Los blanquizales no han estado siempre presentes en los fondos marinos de Canarias
Cuando los seres humanos llegaron por primera vez al archipiélago, gran parte de los fondos marinos rocosos de las islas estaban cubiertos de algas que formaban pequeños bosques. Estos bosques habían servido como hábitat, refugio y fuente de alimento para una amplia variedad de especies marinas durante millones de años.
Sin embargo, hace aproximadamente 50 años, comenzaron a notarse cambios drásticos en estos fondos marinos. Los bosques de algas que antes dominaban empezaron a desaparecer, dejando paso a un nuevo ecosistema que hoy en día es muy conocido en Canarias: Los Blanquizales
Índice
¿Por qué aparecen los blanquizales?
Durante las últimas cinco décadas, la sobrepesca ha tenido un profundo efecto en los ecosistemas marinos de Canarias, resultando en la disminución de hasta un 90% de la biomasa de peces.
Este dato significa que, en comparación con hace medio siglo, la posibilidad de avistar peces utilizando unas gafas y un tubo se ha reducido drásticamente, pasando de 100 peces a tan solo 10 en la actualidad.
La sobrepesca ha acabado con gran parte de las poblaciones de peces grandes depredadores como los Gallos (Balistes capriscus y Canthidermis sufflamen) y el Pejeperro (Bodianus scrofa), que cumplen papeles muy importantes para mantener la salud de los ecosistemas.
Esta sobreexplotación de los recursos pesqueros ha afectado especialmente a aquellas especies que, además de alto interés pesquero, pueden tener un ritmo reproductivo más lento, tardan más en alcanzar la madurez sexual o tienen menos crías.
El erizo diadema (Diadema africanum) no es una especie introducida, como muchas veces se ha comentado; es una especie con un gran poder de colonización que ha permanecido en nuestros fondos durante millones de años.
La pérdida de sus principales depredadores ha provocado un crecimiento y expansión desproporcionado de sus poblaciones, causando un desequilibrio en el ecosistema y formando los conocidos blanquizales.
«…cuando sus poblaciones están en equilibrio su papel es fundamental para controlar las poblaciones de algas y permitir el crecimiento de nuevas algas.»
Por favor, no mates al erizo diadema
¿Cuál es la solución a este problema?
La protección de estas especies de depredadores naturales, así como la preservación de sus hábitats y zonas de cría mediante la implantación de reservas marinas es un paso prioritario, ya que favorecen que los ecosistemas recuperen su equilibrio sustituyendo los blanquizales por bosques de algas.
Otras medidas, como la reintroducción de dichas especies, tendrían que ser estudiadas para valorar su viabilidad.
Durante muchos en Canarias se popularizó la organización de matanzas de erizos diadema, sin embargo estas prácticas totalmente destructivas solo producen un deterioro aún mayor de los ecosistemas. El problema radica en la desaparición de especies, seguir acabando con la vida marina no es la solución.
Papel de las reservas marinas
Los ecosistemas en buen estado, además de mantener y generar recursos pesqueros, son otra importante fuente de riqueza para el archipiélago. Bien gestionados, nuestros recursos naturales también generan riqueza, puestos de trabajo, turismo sostenible, y algo que parece los más importante pero suele ser lo más olvidar, nuestra propia salud.
Las reservas marinas son una de las mejores estrategias para conservar y permitir la recuperación de las zonas impactadas. En Canarias tenemos 3 reservas marinas que muestran como la conservación, protección y seguimiento de ciertas zonas se observa una clara recuperación de los ecosistemas marinos y la desaparición de los blanquizales.
Una vez esta zona se recupera se convierte en una fuente de recursos que nutre zonas cercanas, permitiendo que estas también comiencen a recuperarse y surtan de recursos al resto.
Actualmente en Canarias la superficie marina protegida es muy reducida, desde hace años se propone la implantación de una Red Canaria de Áreas Marinas Protegidas
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